domingo, 2 de julio de 2017

La depresión es la derrota del deseo

Según lo aprendido a lo largo de mi formación la depresión deviene cuando se deja de luchar contra uno mismo; a lo que me refiero es que el ser humano renuncia a sus propios deseos, al grado de no reconocerlos y vivir en espera de aprobación por parte de los otros (Otros).

Por lo regular en una depresión se da por pérdidas o duelos no superados, incluso logros.Por ejemplo: perdida de un ser querido, cambio de domicilio, un ascenso en el trabajo, término de estudios, el nacimiento de un hijo,  el inicio de una relación de pareja, el cumplimiento de un deseo, esto por que son procesos o etapas que pueden tomarse como separación o cambios en los estilos de vida ( salir de la zona de confort y que implican un reto).

Cuando una persona se deprime puede obtener ciertos beneficios: No afrontar la realidad, falta de responsabilidad, recibir compación o justificarse(esto puede ser inconsciente).

La depresión aunque se puede presentar por un desencadenante ( escena actual y traumática) tiene que ver con nuestra vida a edades tempranas, situaciones o experiencias que se hicieron insoportables, pero que se reprimieron  y retornan camufladas  en los síntomas actuales, por ejemplo ante la pérdida de una pareja ( puede relacionarse a la separación del hijo de la madre a edades muy tempranas).

Por lo regular una persona con depresión se instala en el papel de víctima,  con reproches constantes, en lugar de posicionarse como persona responsable de superar dichas escenas; por lo que el papel del psicólogo es devolverle sus palabras, reinterpretarlas, ayudando a esclarecer sus síntomas, al reconocerlos,  la idea es que aprenda a vivir con sus faltas y aprender a vivir consigo mismo, con una actitud más positiva, emprendedora y creadora.

El papel de la sociedad es no minimizar lo síntomas de quien lo padece, ni creer que están fingiendo  pero sí el de ubicar al humano en  una posición de un ser con capacidad para crear, para tomar decisiones, para hacerse responsable y digno de respeto y en movimiento.